JacquelineB.
La capacidad de asombro me parece el motor de la vida, el temblor que origina todo. No puedo concebir la mirada o el tacto como algo rutinario. Si pudiera dar un buen consejo, citaría directamente a Oliverio Girondo: Confecciónate una virginidad cada veinte minutos. Me parece un gran consejo existencial, una buena filosofía de vida.

En cuanto a las experiencias diarias, es cuestión de gustos: A mí me aburren si son muy evidentes. Cuanto más se parece una experiencia a una masturbación, menos calienta, por ponerlo de una manera. Si siguen imitando a todos aquellos que hablan de conservar, acabarán pareciéndose a la Gioconda. Entonces, la vida nos parecerá un modelo clásico y completamente previsible.

Por otro lado, diría que la belleza es reciclable como el papel. Pero hay, cada siglo o dos, una de esas bellezas eternas y sólo algunos de nosotros tenemos la dicha de topárnosla. Lo reciclable exige utilizar el pasado y renovarlo a partes iguales, pero lo eterno nadie se atreve a compartirlo.

¿Yo? Me considero estéticamente promiscua, quiero encontrarle la belleza a todo. Y por quererlo así, termino encontrándola. La técnica no es difícil. No tengo idea de dónde surgieron todas estas inspiraciones que me hacen llevar mi vida como la llevo, y espero no llegar a averiguarlo nunca. El inconsciente hace maravillas con nosotros y hay que dejar que lo siga haciendo.

La vida no nos cae, hay que buscarla. Los amantes no se eligen, hay que merecerlos.

Yo creo que la clave aquí es igualmente simple. Todo está en tocar, escuchar, mirar, oler y degustar con más atención. Ahí, una da cuenta de que la vida es más que una secuencia de días a ser vividos, sino que es todo eso sumado a un pedazo de carne y alma que no saben vivir una sin la otra. Es como tratar de separar los poemas narrativos, las narraciones líricas, las novelas fragmentarias: Si una se abre a los contenidos, puede ver su estética singular y saborear su pluralidad al mismo tiempo.
1 Response
  1. SergioM Says:

    El dejarte llevar y ver la vida con todos tus sentidos y no solo tus ojos es una manera fenomenal de vivir y crear emociones en tu día. Solo es cuestión de que sueltes los remos del barco y vayas a donde te lleve el agua. Descubrirás y vivirás cosas que no encontrarías por más que las buscaras.

    Tocar, escuchar, mirar y oler con más atención, no pudiera estár más de acuerdo. Lo impredecible siempre es más divertido.


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