JacquelineB.
Mi regalo más preciado de esta Navidad es una máquina de escribir fabricada en la década de 1920 por Royal Typewriter Company, Nueva York. Salió de un puesto en el Corredor del Arte, en el Barrio Antiguo. Huele a... *suspiro* deseo. Huele a antigüedad. Huele a que 100 años de palabras le pesan. Está tan íntegra como si la hubieran hecho ayer. Es de las pequeñas, con fachada de madera y teclas redondas que se sienten tan suaves al apretarlas. El mecanismo está perfectamente intacto. Y, para mi perfecta conveniencia, está equipada con un estuche para llevarla a los zacates y sombras de por ahí. Esta máquina es ideal para mí y es ideal que la tenga por primera vez en este invierno. Obvio, ya la he empezado a usar.

Anoche, cuando la mitad del mundo estaba dormido, me escabullí a la sala con una cobija, una almohada y mi máquina de escribir. Prendí el pino de navidad y el calentador porque el frío me entumió los pies, todo complementado con el calorcito de un rollo de canela recién horneado y un vaso de leche caliente. Me sentía inspirada... No tanto para escribir de mí o sobre algo nuevo, ningún tema en particular, sólo para disfrutar de los olores del pino, la canela y la antigüedad esa impregnada en mi máquina. No escribí nada increíble, sólo unos párrafos sobre ella. Lo transcribo aquí:

"Diciembre 27, 2010. Es un increíble sentimiento, realmente, estar escribiendo sobre un artefacto tan antiguo y tan hermoso. He empezado a encontrarle un gusto bastante grande a esta máquina de escribir, tanto que creo que algún día voy a escribir libros enteros con ella y todavía no lo sabe (mucho menos yo).

Bien es cierto que ya llevaba años queriendo tener una máquina de escribir, y ésta no es cualquiera. Creo que algo tiene, un no sé qué que quizá tendré que descubrir más adelante, conforme vayamos conociéndonos mejor. Yo soy nueva y torpe aún en el planeta, pero por alguna razón aún desconocida para mí, nos hemos estado entendiendo mucho mejor de lo que hubiera creído. Todavía no es muy responsiva, pero sé que le caigo bien. Por mi parte, al menos, me voy acostumbrando a sus mecanismos, sus teclas, su olor.

Es mucho más rápida de lo que pensé... ¿O quizá la rápida soy yo? Sólo sé que tiene casi cien años fascinando a sus distintos dueños que ha tenido en este mundo, siendo quizá única y paciente testigo de mil y un sueños entretejidos entre cada golpe de tecla. Estoy segura de que cada uno de sus dueños anteriores la quisieron tanto como sé que yo llegaré a quererla... Sí, ella. Por cómo me ha tratado en estos primeros días, creo que es mujer.

¿La deleitaré yo algún día como ella me deleita a mí? ¿Le gustarán mis textos, mis cartas, mis ensayos? ¿Llegaré a aburrirla? ¿Seré siquiera cercana a lo interesante que solían escribir sus dueños anteriores? Bueno... Esperemos que no.

Sé que necesita un nombre, pues. Pero, ¿cómo siquiera empezar a pensar en un nombre para una máquina de escribir? Hasta parece estúpido, lo sé. Pero, bien, todo aquél que me conoce y me conoce bien, sabe que al encariñarme yo con algún artículo especial, tiendo a ponerle un nombre inmediatamente. Eso sí, no quisiera ponerle un nombre que ella llegara a aborrecer. Creo que me gusta el nombre de Carmen. No sé por qué, pero suena a que queda. ¿Le gustará a ella? Puede ser que ya tenía un nombre antes de llegar a mis manos, pero no se lo encuentro por ningún lado y todavía es muy reservada conmigo... Bien, mientras no la escuche objetar, Carmen será."


3 Responses
  1. SM Says:

    Siempre es bueno reflexionar al final del año todo lo que viviste. Te das cuenta de que muchas cosas no salieron como lo planeaste, otras si y algunas sorpresas que te aparecieron en el camino que te influyeron positivamente. A final de cuentas tienes que aceptar todo y seguir viendo hacia adelante ya que de eso se trata este juego.

    PD mejor regalo no te puro haber tocado. =)


  2. JacquelineB. Says:

    ¡Lo sé! Estoy ultra contenta :D.
    Ya tengo que ir pensando en mis propósitos de año nuevo, quizá este año si tenga las agallas para publicarlos aquí, jeje.
    Normalmente lo sello en un sobre y ni yo misma me dejo verlos hasta el año que sigue. A ver qué... Es que sí me tardo bastantito en pensarle, porque las reglas dicen que sólo pueden ser 12, tonces hay que filtrar =P.
    Gracias por el comment. ¡Te mando besos! =)


  3. Siempre me agradan tus posts.


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