JacquelineB.
JacquelineB.
Es imposible tener todo en su lugar, todo en su mejor momento, todo brillando. Ya no está en mis manos. Mis manos se ocupan de otra cosa ahora; se frotan de calor y, cuando tienen frío, tienen otras que las protegen. Todas las golondrinas son migratorias... Tarde o temprano, se van. Se alejan y buscan tierras fértiles, donde las aguas no se secan, donde la aridez no perdura y las corrientes de aire son cambiantes. No quiero fingir demencia, pero no quiero pegarle a la realidad tampoco.

No me gustan las cosas, pero me gusta lo que surgió de ellas. Teniendo un corazoncito que sigue palpitando, cada vez más cálido y rosa, nada me puede detener. No puedo sofocarme entre contaminantes y no puedo ahogarme en las mareas. Va en contra de todo lo que he decidido. Son como bahías, que realmente son accidentes geográficos. No tenían una razón de generarse, sólo nacieron por un error o un plan desmoronado. Quisiera no tener memoria a largo plazo, sólo por un momento, y olvidarme de todo. Olvidarme que soy yo, que tengo días que cumplir y horas que contar. Perderme en un pecado que se convirtió en un milagro.

Háblame sin tantas vueltas. No me rellenes el pensamiento de ideas que no me hagan sentido, que no pueda conectar con otras. Quiero la verdad. Quiero saber si he pisado tierra firme, pantano, nubes, arena movediza... ¿Qué? No le tendré miedo, lo prometo. ¿Que tengo todo un historial para estar atterrorizada? Cierto. Pero cuenta una historia que ya no es. Y que la cuente por milenios, esas voces cada vez se escuchan menos, hasta que nace un ser que ya nunca la aprenderá. Por lo pronto, dejo mis pies descalzos en el aire y la cabeza en la tierra, y decido tocar la luz que se muere por entrar.


Y así, todo se esclarece. Toma forma, toma vida, toma sentido. Se percibe, se ingiere, se moldea. No es celoso, no es avaro, no es deshonesto. Lo quiere todo, lo quiere bien, lo quiere eterno. Tiene lugar, tiene razón, tiene fuerza. Me gira, me abre, me alimenta. Es algo que se toma por completo, con ambos brazos y ambas piernas. Se pegan los torsos para nunca separarse y sudan todo lo que traen dentro. Se conectan al cantar los grillos bohemios, trasnochadores, glotones. Se embriagan con el dulce licor de la epidermis. Quisieran no tener párpados para no dejar de admirarse, se sintonizan en cada sonido, se tragan porque es delicioso. Nadie más lo entendería.

Y después de comerme quinientas manzanas, sólo una estaba envenenada. Corrí mis riesgos... Y luego, corrí lejos.
JacquelineB.
En medio de todo el escapismo que me he dado en mi habitación estos últimos días, algunos de ustedes sabrán que me dediqué a quitarle el alma a una guitarra (porque le quité las cuerdas y le quité su función en esta vida), para convertirla en una obra de arte, que algún día será reliquia que me recuerde a los días en mis 20's cuando hacía tarugadas de éstas.

El proceso no fue simple. Como dije algunas entradas antes, encontré los viejos parches que solían colgar de mi morral hace como tres años (Péricles, se llamaba). El mismo día que se los quité, pensé en usarlos algún día para decorar una vieja guitarra rota y en desuso con el fin de colgarla en mi pared algún día. Del cielo cayó una guitarra de mi amigo Raúl y por fin le pude dedicar el tiempo.

Primero, con unas pinturitas de agua, pinté la guitarra. Inicialmente, la iba a pintar de algún color liso que resaltara los parches, pero al momento de estarla pintando me emocioné y empecé a garigolear con el pincel. Quería usar todos los colores y que tuviera algún "diseño" detrás de todo. Yo sé que al final lo iba a terminar tapando todo, pero es parte de la diversión.

Debo mencionar que antes de pintar el frente de la guitarra, tuve que lijarla con un aparatejo que me prestó Sergio: un Dremel, que usé para pulir la madera y que la pintura de agua se agarrara bien a la hora de pintar. Total, terminé de pintar la guitarra y así la dejé ese día. No podía avanzar más porque tenía que esperar a que la pintura se secara. Además, tenía otras cosas que hacer en el caos de mi cuarto.

Realmente no sé por qué la pinté así. No es como que lo ideé antes, simplemente agarré la pintura azul. Me cansé de la azul y agarré una rosa, puse una línea verde. Le agregué turquesa al azul y círculos a la parte rosa. Le faltaban colores cálidos, así que aproveché el brazo de la guitarra, llenándolo de amarillos y rojos. Me entretuve mucho y lo hice bastante despacio. Yo creo que se me fueron casi dos horas desde que empecé a lijar.

En fin, al día siguiente, ya que se había secado la pintura, seguía lijar los costados de la guitarra. Pensé en dejarlos así, pero luego se me ocurrió algo para esa área y decidí usar el increíble Dremel para pulirlos. Se empezó a desgastar la "rueda de pulido", que realmente es como una donita de piedra que se coloca en la punta del aparato, así que la cambié por otra. Terminando, pues, cuando quise pintar, recordé que no había negro en mis pinturitas felices. Corrí al Office Depot y compré un botesillo de pintura Vinci color negra y algunas otras cosillas. Y me puse a pintar.

Inicialmente, la idea era lijar completamente hasta que la madera quedara pelona. Pero, me dí cuenta que con lijarla superficialmente, la pintura agarró bastante bien. Además, no quería acabarme todas las donitas de piedra de repuesto que me prestó Sergio en una linda cajita. Digo... Perdón, en una caja bien masculina de carpintería, haha. Es que está linda porque está toda organizada y tiene etiquetas y así. Bueno, ya. El punto es que terminé de pintar un costado y de nuevo tuve que esperar a que secara. Mientras esperaba, me acosté en la hamaca de mi patio y me quedé dormida un rato.

Al despertar, pinté el otro costado y empecé a escribir distintas frases de letras de canciones que me gustan. Usé un liquid paper de lápiz color blanco, para que fuera más fácil escribir y que resaltaran bien las letras sobre la superficie negra. También le puse algunos dibujillos con las pinturitas, como un sol, un signo de amor y paz, notas musicales, un corazón, un girasol (mi flor favorita), etcétera. Obviamente hay mil frases más que me encantan de mil diferentes canciones, pero terminé escogiendo éstas: "How I wish, how I wish you were here", Pink Floyd. "I pray every single day for revolution", Four Non Blondes. "I got soul, but I'm not a soldier", The Killers. "Excuse me while I kiss the sky", Jimi Hendrix. "Where the grass is green and the girls are pretty", Guns 'n Roses. "In a boy's dream", Dave Matthews Band. "I'm yours", Jason Mraz. "You're the getaway car", Michael Bublé. "Don't you want me, baby?", Human League. "Don't let it burn, don't let it fade", The Cranberries.

Obviamente, los que me conocen saben que no pueden faltar letras de mis dos bandas favoritas en el entero universo. Pero, ¿cómo escoger una sola frase de tantas canciones que me fascinan de ellos? Era inconcebible. Y, en efecto, no pude. Así que puse varias de cada banda. De The Beatles, está: "Here comes the sun and I say it's all right", "Take a sad song and make it better", "Attracts me like no other lover", "Because the world is round, it turns me on", y "There will be an answer, let it be". Y de Coldplay, escribí: "Bittersweet I could taste in my mouth" y "Give me love over this". Ésta última es la que más me gusta de todas, por eso es la que puse en letras gigantes (como se ve en la foto).

Y bien, llegó la hora de pegar los parches. Usé un resistol normal de 850 para pegarlos. Iba a usar resistol 5000, pero no era para tanto. Son tres parches de The Beatles, dos de Coldplay, uno que yo bordé hace tiempo que dice "peace" sobre una bandera de colores, uno de Converse, uno de Rolling Stones, uno de Guns 'n Roses, uno de Hard Rock Cafe (New York), uno de Broadway, uno de I <3 NY, dos del signo de amor y paz (uno grande y uno chico), uno de Ying-Yang, uno de John Lennon (Imagine), uno de un corazón, uno de una guitarra eléctrica, y dos de las banderas de México y Francia. También pegué una púa de The Beatles y varios imanes de ellos de sus diferentes álbums: Abbey Road, Sgt. Pepper's, Help, One, etcétera.

Y así, terminé mi guitarra. Naturalmente, cada que se terimna una "obra de arte" o cualquier creación, es importante ponerle un nombre. Como tiene rosita y así, no podía ponerle un nombre varonil. Estuve pensándolo un rato y se me ocurrió el nombre de Melody. De hecho, es el primer nombre de mi hermana mayor, pero lo pensé más porque terminó siendo una guitarra bastante musical (si de por sí, la guitarra es un instrumento), porque lo llené de bandas de música y letras de canciones. Es algo que me termina representando a mí y muchas cosas que me gustan y, hasta cierto punto, me definen... Et voilà, así quedó. (Si dan un click sobre la imagen, se puede ver en grande y a más detalle).