JacquelineB.
Ya es 17 de marzo. Un martes. Por fin me deshice del bulto de cartas y por sexta vez fui feliz desde que empezó el año. Sí, seis es poco en casi tres meses... pero comparado con lo que podría ser, seis es muchísimo. Y estoy tan agradecida, satisfecha, completa.

Creo que todo lo metí ya a un pequeño frasco de vidrio, que parece más una alcancía que un frasco. Con las alcancías sé que soy tramposa y no me resisto a abrirlas antes de tiempo. Por desgracia y por conveniencia, esta no es una alcancía común. Por más que quiera, ésta nomás no se puede abrir sino hasta que sea el momento indicado... faltarán años, probablemente. No es un frasco porque tiene una abertura, no para sacar cosas con trampa, sino para seguir metiéndole hasta que esa fecha llegue.

Es un frasco de sueños, por ponerle un nombre cursi. "Sueños tejidos", como he mencionado antes. Aunque en un principio fueron ideados aisladamente, ahora se entretejen con los sueños de otro, homogeneizándose en un mismo frasco. Me encanta que ambos se diluyen a la perfección, se llevan tan bien. Se complementan y se comparten tantas similaridades en materia que parece que nacen de la misma mente. Como si fuera lluvia que cae de dos diferentes nubes para caer sobre la misma montaña e irse resbalando por ella hasta entrelazarse en un mismo arrollo... De aquí a que desemboquen, ese es mi esperar. Por eso no puedo hacer trampa. El tiempo no se puede doblar.

Pero no importa, porque me he dado cuenta que el presente ha mejorado tanto también. Solíamos pensar que todo lucía bien allá en una décadda solamente y que ahora es difícil, pero se aferra porque sabe lo que viene. Sí. Sí es difícil. El hombre está a 400 millas y eso complica las cosas... pero es un bonito presente. Son bonitos días, con todo y todo. Y ya falta menos.
1 Response
  1. Ssg. Rivera Says:

    Falta menos, tienes razón.
    No sé qué decir... realmente me fascina esa forma de escribir tuya, me embelesa, me hipnotiza, quisiera seguir leyendo y leyendo más. Esos sueños nunca se irán, nunca se irán, de eso estoy seguro. Depende de nosotros nunca dejarlos de perseguir.
    Gracias por ese bulto mi niña hermosa, muchísimas gracias. Significa tanto para mí, de verdad. Tú has sido lo más constante en mi vida y con eso lo reafirmas. No hay nada más constante que tú para mí, y no hay otra meta para mí más que hacer realidad esos sueños.
    Y hacerte feliz mucho más que sólo 6 o 7 veces en lo que va del año.

    Te quiero demasiado Jacqueline, te quiero demasiado.


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