JacquelineB.
Por alguna razón hoy nomás no toca hablar de banalidades sobre la vida y demás. Ah, cierto... no son banalidades! Pero vaya que son mega divagaciones en las que no me meteré esta vez. Creo que sólo hablaré de estos cinco días que me rodean... sólo estos dos días anteriores, hoy y los dos días que quedan antes de irme.

Me siento muy rara. Claro que, conociéndome, todos los días le encuentro algo raro a mi vida... eso es muy paique. Pero, estoy en un punto en el que de repente me sentí tan algo desubicada con lo que está pasando que me quedé totalmente estática. No estoy impaciente, no tengo miedo, no tengo urgencias. Pero de ser una persona increíblemente cinética a de plano detenerme en espacio, pero no en tiempo... me ha sacado de onda totalmente. Otra vez... no sé para dónde moverme.

Cierto. Sólo hablo de los cinco días que me rodean ahorita... pero viendo como está la cosa, no serán sólo cinco días. Sensaciones que jamás creí que sentiría, a pesar de saber que eran posibles, me están atacando. No es necesariamente un ataque indeseado, simplemente inesperado. Efectivamente, no sé qué hacer con todo esto y me siento en parte bloqueada...

Por el contrario, he estado abrazando estas sensaciones sin querer soltarlas. Sé que me desconcerté enormemente y me saca de mi órbita a más no poder, pero he encontrado una paz en un lugar tan evidente y cálido... me siento tranquila, protegida, querida, segura, calientita. Y en el otro extremo, estoy más asustada que nada. Dios nunca dice dónde enontraremos refugio... creo que debería considerar eso en la ecuación.

¿Asustada de miedo? No. Es más un estar asustada por algo que me es desconocido, nuevo. Como nunca habían cruzado estos pensamientos por mi cabeza, hay un alerta en mí que me pone en guardia. Asustada porque tengo tanta curiosidad que se va acumulando con los días... y la única manera de empezar a saciar toda la que tengo es teniendo contacto con esta fuente de energía frescamente purificada.

Desesperante es tener que ocultar las palabras directas de todo lo que estoy diciendo... porque eso hago, efectivamente. No lo puedo decir sin ponerle los laberintos a las palabras, porque estaría destapando algo que quizá esté mejor siendo latente. Pero ganas no me faltan de sacarlo. Se sentirá raro... pero en ningún momento dije que se sentía mal.

Lo que sí tengo seguro es que pensaré muchísimo en todo esto ahora que me vaya de viaje el viernes. Me esperan horas y horas de carretera y una iPod a mis oídos a quien todavía no he logrado agarrarle cariño porque me siento aún muy traidora con mi discman... y aún más porque lo perdí hace unos días! :O Digo, tiene que estar en "Objetos Perdidos"... ¿quién, en el mundo frezoide de la UDEM, va a querer adueñarse de un viejo y arrugado discman? Pfft, sólo yo... por eso esta vez sí confiaré en la honestidad de los estudiantes. Ni siquiera le he podido definir un nombre a la nueva integrante de mi familia material, pero primero que se gane mi corazón! :]

Sí... son banalidades. Pero banalidades es todo lo que puedo decir ahorita. Si empiezo a decir todo aquello grande e importante que me está pasando, sólo empezaría a ponerle la primra gota a un caos que no quiero desatar. Creo que es mejor así... secreto. Le da un no sé qué que se siente bien, se siente rico. Como es algo que es sólo mío... lo hace más misterioso, más peligroso. Eso puede sentirse muy bien a veces.

No puedo predecir nada, puesto que no conozco nada y nunca me había puesto a mí misma en esta situación. No sé cómo llegué aquí, pero sea el camino que haya tomado... creo que tomé uno correcto, después de todo. Lo sé porque, como dije, se siente bien. Supongo que lo que haré es abrazarlo todo y aprender de ello...

Ahí le dejo, pues. No tenía idea de qué escribir, mucho menos de cómo escribirlo... así que si todo esto salió algo rudo, ahí me disculpan. Mis palabras y manos andan algo torpes ahorita... como adormiladas por este algo misterioso que no logro comprender. Como si en lugar de activar mi mente más, me la atrofió... dejando el trabajo de pensar inclinarse un poco más hacia el corazón. Se siente padre, se siente raro, se siente bien. Todo bien.
JacquelineB.
Tanta la necesidad, no puede ser... ¿por qué tanta? Hiervo por enamorarme; lo deseo como deseo estar viva... así de tanto, así de mucho. Si de por sí, el mundo me seduce todos los días con sus maravillas... me imagino nada más viéndolo con corazones en los ojos. Dios, lo que daría por esa sensación...

La compañía esa deliciosa que nadie más me sepa dar, las risillas que escondo abajo de su hombro mientras caminemos, el apretujón de manos al cruzar la fuente de Neptuno, un beso en un remolino de viento, una vuelta en su carro por la ciudad con las ventanas abajo, pláticas interminables a las cuatro de la mañana, encuentros sudorosos de contacto epitelial, horas de juego y carcajadas envueltos en una manada de amistades y familia, correr descalzos en el pasto cuando se nos escapa el perro de la correa, envolvernos en una ola de caricias, perdernos en el polvo de la harina en un intento de cocinar, llorarle mis penas y que me llore las suyas, jugar con nuestros pies debajo de la mesa, sentarnos frente a frente y fijar la mirada, tomar cualquier cosa como excusa para tocarnos, inventarnos ideas de esto y aquello, bailar como locos en una pista y abrazarnos profundo en una balada, regañarle sus errores y que me regañe los míos hasta acabársenos las greñas, y gritarle a los cielos que este siglo nos tocó a nosotros vivir el amor más grande...

¿Quién no quiere eso? Que el deseo el uno por el otro sea tan intenso que parezca imposible dejar que las yemas dejen de sentir el otro lado de piel terciopelo, sudor caramelo (de eso hice una canción alguna vez). Tantas y tantas ideas se cuelan del bulbo raquídeo hasta mi corazón... excitando mi latir, diciéndome que ya lo encuentre... que no demore más. Quisiera decir que no está en mí y simplemente excusarme de toda culpa... pero, ¿será realmente? Dicen por ahí que somos nosotras quienes los escogemos a ellos... pero mucho depende de las fuerzas raras aquellas que nadie sabe explicar, que deciden si sí o no ponértelo adelante de ti en la fila para pagar tu Starbucks.

"Love doesn't make the world go round. Love is what makes the ride worthwhile." Sin esa presencia de una vida compartida en amor, ¿cómo tender la cama con las mismas ganas? Cuando he estado enamorada, las zanahorias me saben a miel celestial... tanto que me disgustan las infelices. Es otro estado de conciencia; es la llegada de un ente que lo controla todo... se roba mis ojos viejos, apagados y grises... para darme unos nuevos technicolor, tan furtivos y sin querer parpadear un solo segundo para no perderme un solo gesto en su cara.

Yo sólo quiero acostarme uno de estos días en algún lugar... con la cabeza de ese alguien sobre mi pecho, que sienta mi suavidad y escuche mi corazón palpitar, mientras yo siento su respiración en mi cuello y deslizo mis dedos desenredando su cabello. Que encuentre ahí la paz que sé darle, y que caiga dormido en el más delicioso sueño... sabiendo que yo lo puse ahí. Reconocerme como enamorada y una víctima más de las luces que se cortan por entre los árboles mientras que uno que otro rayo de sol se acanza a colar hasta pegarme directo en la mano, que sigue aún ahí, desenredando su cabello...