JacquelineB.
Supongo que, por mera lógica, encuentro gran inspiración en grandes cosas. Tengo un gusto por mover montañas, a pesar de que a veces siento que no he movido ni un montonsito de arena. Continuamente critico mis propios logros y deslogros, sólo para darme cuenta que sigo estancada. Después, me pongo ojos de otro color y ¡al contrario! Todo corre en desmedida, no puedo controlar el tiempo y se me apresuran las cosas. Todo me es un vaivén de emociones, decisiones y complejidades de vida ahorita.

Esas grandes cosas realmente no son más que un montón de pequeñas cosas pegadas entre sí. Realmente lo que termino apreciando es la división de todo aquello, porque el producto en sí no es mi meta. Las experiencias son mis metas, los colores y texturas que delineo con las yemas, los lugares encantadores que me cantan algo diferente, la magia esa que no se puede copiar o repetir.

Busco que toda mi vida esté llena de eso. Puede ser de eso y más, pero con eso me bastaría. Tengo mucho a mi disposición y mucha pasión por darlo, para terminar teniendo más. Pretendo coleccionar todos esos papelillos, imágenes, letras y sonidos en el ser, para poder decir algún día qué fue de mí y a dónde fui a dar.

Me entran los miedos esos de madrugada aún, pero cada vez puedo conectar mejor las salidas de los laberintos y encontrarme con que ya no estoy tan lejos de todo eso. Casi que aunque no lo busque, viene corriendo a mí como una estampida. Ya es tan inevitable que me encanto de la emoción por su llegada.
2 Responses
  1. Sam Says:

    The world is not enough.

    No es necesario mover montañas, muchas veces un montonsito de arena es mas que suficiente. Al juntarlo en tus manos te conviertes en parte de la montaña, solo basta que te lo lleves contigo y la habrás movido.

    La verdadera experiencia es encontrar el montonsito, y esto lo sabes hacer muy bien. Miedo? Yo mas bien lo llamaría curiosidad. Son de esas pequeñas cosas que hacen grandes diferencias.



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